Ya tocaba y había ganas de pasar un rato frente al portátil para contar lo que, en estas casi dos semanas en las que he estado desaparecido, me he dedicado a hacer. Y sí, ya estoy en España, con Ñ, qué ganas tenía de llegar a casita, donde como bien dice un amigo del otro lado del charco "Murcia, the place where the sun lives"; y la verdad es que no le falta razón; pues no ha habido día en el que el sol se haya tomado un descanso, calor de justicia de día y de noche (lo que estoy sufriendo más), ya que de los 23 nocturnos aún no hemos bajado. Pero ni de coña me estoy quejando, aunque lo parezca; tenía ganas de coger color, que en las américas solo me daba la luz del flexo, y de coger mi bici; de cogerla y salir a hacer kilómetros, pasar calor, sudar la gota gorda y sobretodo volver a ver a los compis de batalla de cada sábado.
También hemos empezado a ir a la piscina a diario, teniendo la suerte de contar con profe casi personal, ayudándome bastante en mejorar la técnica (la cual me dijo que no era del todo mala) y sobretodo meter metros y hacer sesiones largas para coger resistencia en el agua. Por cierto, ya he tenido la posibilidad de probar las nuevas gafas que comenté en una entrada anterior y he de decir que lo que más me gusta es, como ya dije, el sistema de ajuste y más aún el tratamiento anti-vaho, permitiendo una visión muy clara y nítida en todo momento.
En cuanto a la bici, me he sorprendido yo mismo de lo "bien" que me encuentro teniendo en cuenta que no la he tocado en 5 largos meses; en las 4 salidas hemos acumulado un total de 290km con unas medias aceptables, pero sobretodo queriendo volver a coger fondo en las piernas y acostumbrándolas de nuevo a salidas largas.
Comentar también que hemos empezado a probar nuevas bebidas para las salidas en bici, pues las que hasta ahora estaba comprando notaba que no me aportaban realmente nada. Así pues dejándome llevar por las marcas más conocidas probaremos dos nuevos productos, geles Powerbar e Isostar en polvo para hacerme los jarabes de bebida isotónica. Ya veremos qué tal funciona el nuevo invento.
Pero sin duda lo mejor de lo mejor de todo esto es siempre el momento de relax con coca-cola y amigos en la terraza de cualquier bar de carretera. Fresquita, fresquita...¡¡
